DEMASIADAS IN – CAPACIDADES
NEGOCIAR UN CONVENIO DE ESPALDAS AL
SECTOR
La negociación del convenio
exprés del 0,5 para el año 2015, necesariamente va a seguir dando que hablar;
por nuestra parte no vamos a dejar que estas burlas colectivas queden en el
olvido y, como sabemos que van a contestar a nuestras opiniones, vamos a
intentar mantener vivo el debate, con la sana intención de forzar, con nuestra
información y nuestras criticas constructivas, la exposición de argumentos
creíbles y reales que UGT, CC.OO y USO no han dado ni tan siquiera a sus
afiliados y seguidores para justificar el teatro de su negociación y la firma
de su magnífico convenio. Va a ser una difícil tarea en la que, con toda
seguridad, reaccionaran con su aburrida, repetitiva y sucia colección de
tópicos, pero seguro que el debate servirá para que todos vayamos entendiendo
el cómo y el porque nos han llevado estos sindicatos a la situación de atraso
salarial que soportamos los trabajadores del sector de seguridad privada.
Ante la situación de la crisis
que nos acompaña ya desde hace demasiado tiempo, vemos cómo los responsables de
la Negociación Colectiva han variado su rumbo sin que las explicaciones que nos
han brindado satisfagan a nadie: ni a ellos, ni a los trabajadores.
¿Cómo es posible llegar a esta
situación de incomprensión colectiva?
La explicación más aceptable ante
lo que hemos visto y leído, es que hay una total falta de CAPACIDAD. Falta de
capacidad de saber qué es lo que pasa realmente en el Sector de Seguridad;
falta de capacidad de unificar criterios y fuerzas; falta de capacidad de
elaborar un desarrollo común que junte las fuerzas en la dirección de
propuestas coherentes y útiles; y sobre todo, falta de capacidad de transmitir
ilusión, esperanza, energía, liderazgo y algún que otro etcétera más.
Sin duda, esto viene de la
mediocridad de los dirigentes colocados a dedo por otros; esos que ni les va ni
les viene el resultado de las negociaciones colectivas de sectores ajenos
(CC,OO,: la Construcción y en UGT: Banca), y sí el perpetuarse en su puesto de
liderazgo dentro de esas organizaciones vetustas y obsoletas, donde ya sólo se
priorizan los datos porcentuales de apoyos internos para los Congresos, Plenos,
Asambleas y demás actos votables.
Colocar al frente de un Sector a
una persona que apacigüe y serene los debates internos; que comulgue con las
directrices marcadas por un Secretario General más dedicado a su carrera
política que a la de readaptar el Sindicato a la realidad social y laboral; que
a su vez se rodea de personas que aceptan sin ningún tipo de confrontación
cualquier decisión que se adopte; sin duda, esto es lo que provoca que en
momentos como el que acabamos de vivir, las explicaciones que manan de los
firmantes del Convenio de Seguridad sean absolutamente inaceptables,
incongruentes y sin ninguna lógica.
Esto es una opinión de quienes
vemos cómo el crear hábitos deformes y llevados a rajatabla, derivan en colocar
a personas arropadas por grandes empresas, pero sin las capacidades que el
cargo requiere para desarrollar las funciones a las que tiene que dar salida.
No basta que uno sea de la empresa más grande del Sector para tenerlas de forma
natural o adherida, ni el haber pasado por el cargo de Secretario General de
una Sección Sindical (como es el de UGT). Para ejercer de líder, hay que tener
unas cualidades que no necesariamente se adquieren de esas maneras.
A lo mejor es cuestión de ser un
poco más sicólogo y menos demagogo a la hora de elegir a los que van a dirigir
los sectores y, después, si lo que quieren es crear órganos políticos internos
impregnados de aceite, colocar en las ejecutivas a las personas que por su
adaptación al Aparato sean del agrado del que quiere politizar los sindicatos
como ocurre en la actualidad.
Pero intentar que las dos formas
de construir un sindicato sean compatibles se está viendo que es un auténtico
desastre, un tremendo fracaso, sobre todo de cara a los trabajadores que
esperan de su afiliación unos resultados más participativos; no para actos
floridos y previstos por el calendario, sino para seguir a un auténtico
proyecto de acción que les lleve a creer en la fuerza que representa el
conjunto de todos los trabajadores.
Es posible que sean demasiadas
cosas las que tendrían que cambiar para que la esencia de los sindicatos de
este sector volviese a ser reconocida por todos: empresarios, trabajadores y
opinión pública; pero mucho nos tememos que las voluntades de los que los
dirigen caminan hacia otros territorios más de posturas que de acciones.
Desde SLS vamos a seguir
construyendo poco a poco con lo que vemos que se deshace, intentando evitar
caer en los mismos errores y siendo lo más didácticos y transparentes posibles
con los que realmente tiene que saber y entender: los trabajadores. Mientras,
seguiremos el rastro de comunicados y notas de prensa que emiten los por ahora
negociadores, para leerlos entre líneas e intentar aclararlos y, que todos podamos
ver con nitidez lo que en realidad ocurre en el Sector de Seguridad Privada.
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